CÓMO CUIDARSE (EL CUIDADOR)
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Si sufres porque no sabes si es adecuado decirle qué enfermedad tiene, valora la situación: ¿cómo reaccionaría al saberlo? Hay quien lo negaría y no se dejaría ayudar, ni siquiera iría a consulta médica. Hay quien se viene abajo y le perjudicaríamos. Y hay quien le sirve para adherirse al tratamiento.
Significa que antes incluso que dedicarte a la persona con la enfermedad, has de cuidarte tú. Si te entregas tanto que pierdes rápido la energía, no podrás ayudarle conforme la enfermedad vaya avanzando. Has de estar fuerte psicológica y emocionalmente para que la situación no te supere y te organices con tu trabajo, familia, aficiones, relaciones sociales, SALUD, y tu familiar que tiene la enfermedad.
Hemos de evitar contraer el síndrome del cuidador quemado, el cual se da cuando el cuidado a una persona dependiente nos agota, física y emocionalmente.
Al ser el Alzheimer una enfermedad neurodegenerativa, ésta avanzará. Hemos de irnos adaptando a cada fase de la misma. Si antes podía realizar las actividades de la vida diaria de la mañana de forma autónoma (asearse, hacerse el desayuno, desayunar, peinarse, arreglarse, elegir la ropa, vestirse…) y vemos que ahora falla en alguna de estas tareas, ofrécele la ayuda que necesite, sin relegarlo.
Buscaremos siempre que sea lo más autónomo posible, pero sin que se frustre. Ahí está el equilibrio desde donde ofrécele nuestra ayuda.
Puedes sentir culpabilidad por creer que no lo estás haciendo todo lo mejor que podrías, o sentirte mal si te dedicas un poco de tiempo yendo por ejemplo a tomar un café con un amigo. Puedes sentirte triste, estar irascible, tener ansiedad. Y todo esto es lícito. Nadie elige enfermar.
Es normal que tengas estos sentimientos, estás en un duelo. ¿Qué es un duelo? Comúnmente se conoce como el período por el que se pasa cuando fallece alguien. Pero en realidad, cada cambio que requiera una adaptación emocional y una aceptación es un duelo; esto es un proceso que se sufre cuando tenemos que enfrentarnos a algo. Todo cambio implica un duelo, una pérdida. Una enfermedad degenerativa como el Alzheimer, lleva al familiar/cuidador a un
continuo estado de duelo, pues no solo lo es el conocer la enfermedad y saber que ese diagnóstico lo tiene un ser querido, sino que cada escalón de la enfermedad es una readaptación, por lo tanto, es un duelo constante.
De ahí la importancia de que no te descuides, de que pienses en ti antes que en los demás. Si tienes en cuenta lo mencionado arriba, lo estás haciendo bien. Si tienes dudas, contacta con profesionales que te puedan guiar.